El poder de la
psicoterapia

Con la psicoterapia se fomenta en los niños la expresión emocional, la comunicación interpersonal y la mejora en su día a día en sus diferentes contextos relevantes: familia, iguales y escuela. El objetivo es facilitar la expresión emocional y el desarrollo psicoevolutivo del niño o la niña.

“Ayudar a un niño a expresar sus emociones y entender lo que le pasa es ayudar aquí y ahora al niño del presente y al adulto del mañana”.

La psicoterapia con adolescentes facilita la construcción de nuevos roles y nuevas formas de relacionarse: la expresión de las emociones, el fomento de la creatividad y la escucha de uno mismo y del otro. El espacio terapéutico en un lugar donde vivenciar, expresar, comunicar pero también reflexionar, integrar y cambiar de una forma natural y acorde al proceso interno e individual de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales.

“Ni son niños ni son adultos, están en la mitad de dos momentos evolutivos muy distintos, no se sienten parte de ningún grupo y la misma palabra adolescentes es una etiqueta que nos les gusta llevar. El mundo de las emociones es más difícil de gestionar y pedir ayuda tampoco forma parte de la imagen que quieren dar”

Un adulto acude a terapia solo o acompañado porque existe un síntoma físico o emocional que le impide / dificulta continuar con su vida cotidiana, a nivel individual y/o relacional. La psicoterapia e intervención con adultos puede realizarse en terapia individual, de pareja, familiar o en psicoterapia de grupo.

“Cuando un adulto/a se encuentra sin recursos en el día a día para afrontar sus dificultades emocionales y relacionales, el buscar ayuda en los profesionales de la psicología les permite mejorar su calidad de vida. Así como el aprendizaje y el conocimiento de si mismo/a le ayudará en su cotidiano de forma preventiva.”